¿MALESTAR FÍSICO O EMOCIONAL?

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18 noviembre, 2019

Son muchas ocasiones en las que tenemos fuertes dolores físicos como consecuencia de una larga jornada laboral. Y es que hay trabajos que pueden comprometer muchas zonas corporales. Ya sea la zona lumbar o extremidades superiores e inferiores, donde se requiere de fuerza física para realizar actividades específicas. ¿Pero qué pasa cuando podemos tener dolores físicos en zonas no comprometidas en nuestra jornada laboral? Zona cervical, estomacal, visual, faríngea, dorsal…  ¿A qué puede ser debido? Puede ser que el causante de estos dolores físicos sea como consecuencia de una inadecuada gestión emocional: El Estrés.

Cada vez es más frecuente relacionar nuestra psique con la fisiología y que por lo tanto,  nuestro dolor físico sea originado como consecuencia de nuestras emociones. Además,

si tenemos en cuenta los problemas personales que puede tener cada uno de nosotros junto con nuestra jornada laboral, el estrés puede aumentar y complicarse. No solamente con procesos que repercuten en la salud física de la persona: Procesos gripales, contracturas, irritación visual o faríngea… si no también con respuestas somáticas (taquicardia, sudoración, hiperventilación), emocionales (irritabilidad), cognitivas (falta de concentración) y conductuales (agresividad, conductas impulsivas) que pueden acabar repercutiendo a la larga en la salud mental del individuo: Estados de ansiedad o tristeza.

Y es que para prevenir el malestar mental y físico, será bueno trabajar en una gestión emocional: Por este motivo, propongo como recurso, tomar consciencia de la situación presente a partir de un autoregistro:

¿Qué nivel de estrés tengo ahora? (0-10).

Cada persona puede tener un umbral de tolerancia al estrés; teniendo en cuenta las experiencias, expectativas y situaciones personales diarias. Así que para tomar consciencia del nivel de estrés presente; será bueno registrarlo de forma numérica. Cualquier disparador (respuesta emocional, somática, cognitiva y/o conductual) os puede ayudar a definir vuestro umbral de tolerancia. De esta manera; podréis ir disminuyendo de forma progresiva ante una situación estresante; estados somáticos, irritables o impulsivos.

¿Una vez detectado, cómo disminuir de manera progresiva el estrés?

  • Realizar la actividad que estabas haciendo de una manera más pausada.
  • Realizar otra actividad diferente que te proporcione un estado de mayor tranquilidad.
  • Dejar por un momento lo que estabas haciendo y hacer una pausa. Tener un momento para ti de relajación/desconexión.

Estas recomendaciones son generalizadas y siempre pueden ser más específicas teniendo en cuenta el contexto familiar, laboral y social de la persona.

¿Alguna vez habéis sido conscientes de vuestro nivel de estrés? Conocéis alguna otra recomendación preventiva que hayáis puesto en práctica? ¿Qué hacéis para disminuir el estrés?

4 Comments

  1. Juan - 22 noviembre, 2019

    Muy interesante hacer una reflexion y tomar conciencia de que no siempre son causas físicas las que ocasionan malestar.

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  2. Noelia - 30 noviembre, 2019

    Estoy estudiando Psicología y me ha resultado interesante la reflexión a la que se da pie de que el malestar físico puede ser debido a un malestar emocional. Considero de que este tema es importante trabajarlo de una manera adecuada por tal de intentar disminuir los niveles de estrés.

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    • Ariadna Becerra - 4 diciembre, 2019

      ¡Muchas gracias Noelia por tu aportación! Muchos ánimos con el Grado.

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